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Blog Sobre Peso

EL ORIGEN BIOLÓGICO DEL SOBREPESO

Hoy te quiero hablar sobre el sentido emocional, psicológico y biológico del sobrepeso. La idea de que sólo lo que comemos determina nuestro peso, es totalmente falsa y se arraiga en la idea de un cuerpo separado de la  mente.

Con los avances científicos de la nueva medicina germánica hemos podido comprobar que nuestro peso tiene un sentido biológico y emocional bien específico; y que el caso del sobrepeso y obesidad, tiene origen en algunos conflictos o DHS (síndrome de Dirk Hamer).

La NMG nos explica cómo, nuestro cerebro, como computadora central que brinda ordenes especificas al cuerpo, nos indica inconscientemente cuánta grasa o líquido debemos acumular para estar a salvo o no correr peligro. Es una conexión biológica inconsciente de supervivencia, la tenemos nosotros, lo tienen los animales.

Podemos enumerar TRES grandes conflictos que una persona ha vivido, que la ha llevado a acumular grasa y liquido como mecanismo de defensa inconsciente:

PRIMERO: EN CONFLICTO DEL REFUGIADO:

En este caso debemos entender al sobrepeso, como consecuencia biológica de supervivencia, para sobreponernos a un fuerte desarraigo. Así como un pez fuera del agua, que acumula líquidos para no morir; nuestro cerebro indica al cuerpo que ante una situación de potencial peligro (como un lugar extraño y amenazante), retengamos todo el liquido que podamos. Se orina muy poco entonces, y nuestros riñones entran en este programa biológico que es sensato con lo que nos está sucediendo. Podemos poner el ejemplo de una migración obligatoria por una crisis económica, un trabajo nuevo donde uno no logra integrarse, un nuevo ambiente agresivo, etc.  El sentimiento que predomina aquí es el de un conflicto con la propia existencia o un problema existencial.  La tristeza por la soledad es devastadora para la persona.

SEGUNDO CONFLICTO: CONFLICTO DE VULNERABILDAD

En este caso, la persona ha vivido una situación o situaciones, donde se ha sentido “Pequeña”, “no estando a la altura de la circunstancias, de una persona o un grupo de personas”. Aquí interviene no sólo lo que el individuo piensa de sí mismo, que creencias tiene respecto al mundo, a su autoestima y a sus objetivos; sino también, la influencia del ambiente, comentarios descalificadores, grupos de relacionamiento tóxicos, ambientes agresivos y poco comprensivos; y no menos importante, una sociedad basada en la competencia constante, que arrasa con el sentimiento colectivo de solidaridad.

TERCERO: CONFLICTO POR PROXIMIDAD O AGRESIÓN

Este es el mas grave de los conflictos que originan el sobrepeso y obesidad, porque nos indica que la persona ha sufrido abusos, tan graves como violencia  física o sexual, y  no tan obvias como la violencia psicológica, moral, económica, etc. 

Para nuestro cerebro inconsciente, el peligro del atacante representa algo a lo que no hay una solución o respuesta inmediata, por eso nos agrandamos, con tejido grasa y con líquidos acumulados. El sentido biológico de supervivencia aquí es agrandarnos para ahuyentar al agresor.  En la naturaleza lo observamos claramente en los animales, que se agrandan para impactar a sus posibles cazadores. 

Debemos entender siempre, que se trata en todos los casos, de vivencias personales, únicas, y que lo que puede resultar angustiante, amenazante o  violento para una persona, puede no impactar así a otra u otras.  Por tanto, si consideramos tener o haber tenido un peso extra, debemos preguntarnos  por el momento en que hemos engordado y te aseguro, vendrán algunas imágenes e ideas a la mente.

Debemos entender también, que en una sociedad obsesionada con las apariencias y exigente de ciertos estándares, también existen los conflictos de “silueta”, por una desvalorización que impacta a la persona, ante su reflejo en el espejo. En este punto, sumado a dietas sumamente estresantes y restrictivas, la situación se vuelve una rueda s viciosa y sumamente dañina psicológicamente hablando. 

No nos juzguemos, no nos culpemos, hablémonos a nosotros mismos con amor, y trabajemos internamente para poder  afrontar  de otra forma, lo que antes no ha sucedido; sea grave o pequeño. Solo nuestras reacciones podemos controlar y mejorar, trabajemos en ello siempre.

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